Discurso sobre la servidumbre voluntaria
Traducido por: Rodrigo Santos y Santiago Espinosa
En coedición con editorial Hueders
Con frecuencia el pueblo, consciente del mal que sufre, no acusa al tirano sino a los que lo gobiernan: los pueblos, las naciones, todo el mundo, hasta los campesinos y los labradores, saben sus nombres, descifran sus vicios, amontonan sobre ellos mil ultrajes, mil villanías, mil maldiciones. Todas sus oraciones, todos sus deseos son contra ellos; todas las desdichas, todas las pestes, todas sus hambrunas, se las reprochan a ellos; y, si alguna vez les rinden aparentemente algún honor, en el fondo, reniegan de ellos en su corazón y sienten ante ellos más horror que ante una bestia salvaje.
Novedades en Editoriales Libro%
Motivos
Motivos es el único libro en prosa de José María Eguren. Es una recopilación...
Cuadernos de Vorónezh
Este libro es un milagro, y también el último escrito por Ósip Mandelstam, uno de los...
Nomadismo por mi país
Nomadismo por mi país es el diario de los talleres de poesía de Cecilia Pavón...
Presentación de Rodolfo Fogwill. Una monografía
Presentación de Rodolfo Fogwill. Una monografía es un enorme trabajo crítico...