Discurso sobre la servidumbre voluntaria


Traducido por: Rodrigo Santos y Santiago Espinosa
En coedición con editorial Hueders
Con frecuencia el pueblo, consciente del mal que sufre, no acusa al tirano sino a los que lo gobiernan: los pueblos, las naciones, todo el mundo, hasta los campesinos y los labradores, saben sus nombres, descifran sus vicios, amontonan sobre ellos mil ultrajes, mil villanías, mil maldiciones. Todas sus oraciones, todos sus deseos son contra ellos; todas las desdichas, todas las pestes, todas sus hambrunas, se las reprochan a ellos; y, si alguna vez les rinden aparentemente algún honor, en el fondo, reniegan de ellos en su corazón y sienten ante ellos más horror que ante una bestia salvaje.
Novedades en Editoriales Libro%
Historias de la inmigración
Enmarcados por una introducción de gran rigor histórico sobre el devenir de las...
La tradición republicana (nueva edición)
Como forma de gobierno, la república ha sido y es un sistema anhelado y asediado. Su...
Orlando
Orlando es uno de los personajes más memorables de la literatura. Su historia se...
Narciso y Goldmundo
“En Narciso y Goldmundo alterno constantemente la confesión de experiencias...