EL MENSAJERO DEL IBICUÍ de Francisco Maximiano Ojeda


La empatía natural de Francisco con su gente, como parte de su identidad correntina, nuevamente, se hace presente con sus letras.
Marucha y Maruchita, dos parajes cercanos entre sí, en la zona de Goya, Corrientes, son testigos de historias y costumbres que él logra revivirlas con los matices propios del lugar.
Dentro de los recuerdos que describe los personajes y vivencias de esos lugares, el dolor y el esfuerzo diario, Francisco rescata la esperanza de una vida mejor, la cooperación, la simpleza de la idiosincrasia correntina y los sueños por cumplirse.
Prof. Armando Bandeo
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