Juntando espigas en los campos de Buda
Al igual que Richard Wilhelm en China y Walter Evans-Wentz en Tibet, Lafcadio Hearn se encontró con el budismo, ese universo espiritual expandido por todo el Oriente como un telón de fondo, que cambiaría el sentido y el rumbo de su vida.
Su obra hubiera sido asimilada dentro de la vasta literatura de cronistas, a no ser porque, en esencia, no era la crónica lo que le interesaba sino ese misterio que subyace debajo de lo que nosotros, los occidentales, denominamos cultura. Esa habilidad de percibir lo no evidente –algo tan propio del pensamiento budista–, le permitió ver las manos y el alma del Lejano Oriente tal como, atinadamente, lo advierte el subtítulo de la obra.
Juntando espigas en los campos de Buda reúne un conjunto de relatos en los que puede percibirse el amoroso proceso que llevó a Hearn a asumirse como japonés. Del mismo modo, puede intuirse en cada trazo el deseo de zanjar la distancia que separa la filosofía budista del pensamiento occidental, dura tarea para quien ha descubierto que “todo lo que hemos tomado como sustancia es solo sombra, lo físico es lo irreal y el hombre exterior es el fantasma”.
Novedades en Editoriales Libro%
101 Argumentos contra la izquierda: Política, economía, cultura, educación, entretenimiento, historia
El debate político nunca ha sido tan dinámico como lo es en la actualidad. Parte de...
La construcción del milagro: El caso Argentino
Quien lea estas páginas encontrará fundamentos a cada una de las decisiones que el...
Primero yo, después te quiero
GRETTA quiere dejar de complicarse la vida.
Ya es una mujer,...
Javier Milei for Export: Cómo derrotar al populismo paso a paso
No estás frente a otro libro político. Estás frente a una advertencia. Y también...