Ladrón, El


Fisher, Tarryn
«Lo que me llamó la atención fue su forma de caminar. Se movía como si fuera agua: con fluidez, con determinación» El amor es paciente; el amor es amable; el amor no presume o alardea. No hay arrogancia en el amor; nunca es brusco, bruto ni indecente; no es egocéntrico. El amor no es fácilmente amargo. El amor no se equivoca calculando. El amor confía, cree y sobrevive a todo. El amor nunca se quedará obsoleto. Lucharé por ella.
EL LADRÓN
Novedades en Editoriales Libro%
La vida, la novela y el amor
La novela es un amor a primera vista entre algo que nos llamó la atención hace dos...
Tiempo de hablar y escuchar
La palabra nace antes que nosotros. Nos antecede y nos acompaña, pero no basta con...
Una película es todo el cine
Los amantes, dice John Berger, plantean una tregua frente al dolor del mundo....
Raúl
Abrir la puerta para salir a jugar. ¿Se acuerdan de cuando éramos chicos? Hacerse...