Las comadrejas no existen
Marcela Vicente teje su historia con una aguja de crochet delgada, punzante. Clava el gancho y atrapa al punto con precisión de relojera. Un tic tac. Un mecanismo de relojería, las palabras tan ajustadas que no sobra ni una tuerca. El péndulo oscila. Tic-tac. Presente-pasado. Adulta-niña. Los bordes de una cartografía infantil que se abisma. Cuidado, lo no dicho acecha. ¿Qué monstruos se esconden bajo la cama? No temas, lector. Las comadrejas no existen, jamás podrían atacarte.
Novedades en Editoriales Libro%
El bazar de los difuntos
por Edhasa.
Una nueva vida comienza para Liwa eldía de su muerte. No entiende cómo llegó a esa...
Lo bueno, lo malo y lo feo
por Edhasa.
“La llegada de Javier Milei a la presidencia fue como un meteorito que de la nada hizo...
Corazón de león
por Edhasa.
Con paso chueco y ojos que son todo cielo, Richard es un soñador. Tararea canciones,...
A treinta días del poder
por Edhasa.
“Un ensamble documental magistral, que se despliega en una narración atrapante...