Menta granizada


Miré el cielo y pensé que todas sus estrellas tenían nombre Joaquín es simpático y optimista. Samanta, malhumorada y antipática. Una combinación curiosa cuando uno quiere ser amistoso y la otra no quiere hacer amigos en la escuela. ¿Los tendrá en otro lado? Una historia sobre las tristezas y las alegrías de la vida. Sobre la importancia del perdón y la amistad, y las cosas simples que nos hacen valorar el sencillo y complejo hecho de estar vivos. Una amistad en desarrollo, un par de voluntariados y una nueva escuela en una novela de aprendizajes, narrada desde la perspectiva de dos adolescentesen su penúltimo año de secundaria. Una historia para preguntarse si existe, en realidad, una edad indicada para aprender a vivir.
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