Tilde, tilde, cruz


novela de Fernando Chulak, Tilde, tilde, cruz, es original porque sigue la tradición de las narraciones de verdades encubiertas y de los contra-relatos. Eso es un clásico: disfrazar de vivos a los muertos, fotografiarlos, hacerlos vivir en el relato fingido de su día a día. Esa simulación es la escritura misma.Ariana Harwicz
Fernando Chulak cuenta la historia de una fabulación, del poder que las fabulaciones pueden llegar a tener. Pero no el poder de persuadir, encubrir, engañar, sugestionar. Sino un poder mayor: ese que hace que la fabulación, aun develada, quiera pese a todo mantenerse. Mantenerse precisamente así: como fabulación. La novela de Chulak fascina porque se impulsa con el motor de la propia literatura.Martín Kohan
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