“Un día me sorprendió una reflexión, y la expresé como si se la dijera a mis sobrinos. Como una manera de estar presente y acompañar. Como una manera de conversar, con un poco de humor”. Estas ideas empezaron desde ese rol que, hasta ahora, a ella le permite reflexionar sobre la vida de una manera tan especial. Como una tía que construye aprendizaje (y autodialoga también) a partir de las experiencias propias y ajenas. Esa faceta auténtica la inspira, pero las palabras van más allá de ese rol y se vuelven diálogos cotidianos con el mundo y la vida. Ella plasma en estas páginas mucho más de lo que explícitamente se lee, como quien deja algo de su corazón-alma, e historia. Y sabiendo que hay mucho más por escribir y aprender. Errar es humano, acertar también; y compartirlo le da otro sentido. Entonces, esta tía tan humana (y un tanto vintage) comparte estas palabras que trascienden y atraviesan roles. Son frases que necesitan volar, para reflexionar y reír sobre la vida a través de la profundidad del día a día.