El nido del guacamayo, de Soledad Gómez Novaro

Un pueblo que ha levantado un muro para no ver el cauce seco del río. Y un viaje a través de otra lengua, otra cultura que es un intento de reconstrucción, de encontrar otro modo de vida y salvar algo.

Una ciudad que le ha dado la espalda a un río, que lo termina convirtiendo en un cauce seco y ha levantado un muro para no ver su extensión de polvo. Una lingüista y un viaje a través de otra lengua, otra cultura que es un intento de reconstrucción, encontrar otro modo de vida y salvar algo. Un pueblo, que no ha enjaulado las palabras en un diccionario porque sabe que tienen que seguir los ciclos orgánicos de la vida, pero ha sido expulsado a vivir en los márgenes y busca el modo de conservar y trasmitir su saber, su cultura, su forma de habitar la tierra.

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