Gauchito Gil por Dagurke | Liliana Viola

Dagurke se suma a esta colaboración y encuentra allí un festival de imágenes rojas; de cuerpos transpirados y miradas penetrantes; de mensajes tatuados en la piel, rezos estampados en banderas y figuras de yeso protegidas en papel film; de chamamé, vasos en alto y gritos de sapucai; durante una jornada en la que las velas se derriten hasta fundirse entre sí, muestra inapelable de que la fé -como la alegría y como la lucha- toma fuerza cuando es compartida.
Dagurke se suma a esta colaboración y encuentra allí un festival de imágenes rojas; de cuerpos transpirados y miradas penetrantes; de mensajes tatuados en la piel, rezos estampados en banderas y figuras de yeso protegidas en papel film; de chamamé, vasos en alto y gritos de sapucai; durante una jornada en la que las velas se derriten hasta fundirse entre sí, muestra inapelable de que la fé -como la alegría y como la lucha- toma fuerza cuando es compartida.

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