“Porque te amo de veras te digo: apártate del mundo, sé tú mismo. Nada espontáneo es vulgar; y el mundo si parece feo y triste, es porque alienta entre vanidades.
¿Con qué compensarse la gloria de ser libre y sincero? Cuando estoy todo dentro de mí y sigo mi camino entre los hombres, indiferente al bravío empuje de las pasiones bajas, de sus pasiones que no me conmueven; cuando siento que en mi alma se desborda la ternura para caer sobre las pequeñas cosas doloridas y anhela arrojar luz sobre las tinieblas palpitantes; cuando me sé inaccesible al vaho del vicio, de la vanidad, del  sensualismo y de la avaricia; cuando me siento libre de toda miseria depresiva, tú no sabes, Lara, qué gozo infinito me llena toda el alma; es como si estuviera multiplicado muchas veces y como si la bondad me creara unas triples alas de mariposa, de golondrina y de águila.” 

Fragmento Flavio Solari

Leonor Allende*

Nacida  en Córdoba, en 1883, hija de Delfina Tocaimasa y de Pedro Allende.
En 1907 publica su primera novela Flavio Solari. 
En 1910 conoce a Guido Buffo
En 1912 edita su segunda obra, ilustrada por Guido Buffo, Don Juan Ramón Zeballos.
En 1916 concluye la tragedia en cuatro jornadas titulada El nobilísimo señor de Ollantaytambo, príncipe de Chimu, y su amor , inédita.
En 1917 nace su única hija, Eleonora Vendramina.
En 1923 escribe La llama, novela inédita.
En 1926 finaliza la novela El misterio de Ur, publicada en 1946.
En 1930 escribe El libro de los cielos, publicada en 1946.
Fallece en 1931.
Fue considerada la primera periodista actuante en Córdoba; escritora y crítica de arte que colaboró para las revistas “Plus Ultra”, “Caras y Caretas” y “Riel y Fomento”, de Buenos Aires. Colaboró además para los periódicos “La Nación”, “La libertad”, “La voz del Interior”.
Investigó las leyendas y culturas precolombinas de cuyo estudio se rescata la monografía “Arquitectura maya”