La intención de este libro es que pueda llegar a todas aquellas personas y agentes de salud que se encuentran involucradas de una forma u otra en la atención materno-infantil y que les toca afrontar una época de endemias y pandemias, donde se enfrentan nuevos desafíos y se necesitan nuevas formas de asistencia para lograr un mejor acompañamiento tanto a sus pequeños pacientes como a sus familias.

En cada capítulo se destaca la importancia de los trabajos grupales, de la escucha, del acompañamiento y del factor de la palabra transformadora que conduzca hacia el “bienestar”.

Aparecen distintos modelos de trabajo compartido, mancomunado, donde se hace posible la tarea interdisciplinaria, siendo lo más llamativo del libro, como conclusión o como apertura, la reflexión colectiva.

Enrique Pichon-Rivière decía: “En tiempos de incertidumbre y desesperanza es imprescindible gestar proyectos colectivos desde donde planificar la esperanza junto con los otros; sin duda un verdadero acto creativo.”

Nosotros no solo compartimos este pensamiento si no que lo completamos con una pregunta: ¿Qué tipo de movimiento personal es necesario para escribir con otros?, ¿qué lugar es preciso darle al otro, para que surja de su propio punto de vista, una producción colectiva respetuosa?

A pesar de las diferencias y de las dificultades, nos pudimos reunir y conformar grupos de discusión, apoyándonos y acompañándonos, basándonos en el respeto del diálogo y la conversación, entendiendo el verdadero sentido de la solidaridad y valorándonos a través de la empatía, que fue lo que hizo posible el trabajo en equipo y también estas páginas.