Abriendo nuestra mente - Atiyoga


Chögyal Namkhai Norbu
La infatigable actividad de enseñanzas dadas por Chögyal Namkhai Norbu no estaba basada sobre una intención misionera, o sea, sobre un esfuerzo por tratar de promover una nueva filosofía o una religión; un intento de convencer, instruir, adoctrinar o hacer proselitismo; sino, más bien, sobre lo opuesto, como él mismo explicaba con gran claridad: “enseñar cierta filosofía o predicar un sistema religioso tratando de convencer a los otros con aseveraciones de fe, axiomas o lógica es un condicionamiento que se agrega a los tantos que ya tenemos”.
El condicionamiento, en realidad, ha tenido lugar durante toda nuestra vida, empezando por nuestros progenitores, por la sociedad, por el sistema educativo y demás. No hay nada de intrínsecamente erróneo en este proceso, que puede resultar útil para vivir en un determinado contexto social; sin embargo, debemos comprender que todos los condicionamientos son relativos y limitantes.
Chögyal Namkhai Norbu explicaba que, una vez comprendido esto, tenemos la posibilidad de volver nuestra atención no ya a un nuevo credo, sino a descubrir directamente nuestra verdadera naturaleza que existe más allá de cualquier condicionamiento relativo. Esta verdadera naturaleza es aquello a lo que se llama Dzogchen, una palabra tibetana que se puede traducir como "perfección total", nuestra verdadera condición innata. La palabra "Atiyoga", que significa conocimiento primordial, es un sinónimo.
Novedades en Editoriales Libro%
La vida, la novela y el amor
La novela es un amor a primera vista entre algo que nos llamó la atención hace dos...
Tiempo de hablar y escuchar
La palabra nace antes que nosotros. Nos antecede y nos acompaña, pero no basta con...
Una película es todo el cine
Los amantes, dice John Berger, plantean una tregua frente al dolor del mundo....
Raúl
Abrir la puerta para salir a jugar. ¿Se acuerdan de cuando éramos chicos? Hacerse...