Colección: Cae la noche tropical

ISBN: 978-987-46775-9-4

Páginas: 136

Precio: $750

Sobre la obra

Las acciones de esta novela tienen por objetivo  mostrar la última dictadura cívico militar desde la óptica de los tribunales penales y federales de esa época. Qué pensaban los magistrados, los secretarios y empleados que rechazaban los habeas corpus. Sus vinculaciones con los militares, su ominosa complicidad  y la pericia con la que ascendían a los altos cargos judiciales sobre todo si eran consecuentes con las políticas del Terrorismo de Estado.

La novela, no cronológica, comienza rememorando el derrocamiento de Salvador Allende, en 1973, las luchas entre el peronismo de derecha e izquierda y el golpe que derrocó a Isabel Perón.

Por esos años, el joven Ignacio Guidi entra como meritorio en el juzgado penal a cargo del Dr. Gonzalo Ibáñez, un magistrado de extracción nacionalista peronista. Al poco tiempo, el juez lo echa a Ignacio, hasta entonces bastante apolítico, al descubrirlo redactando un habeas corpus para su primo Ezequiel, quien se encuentra desparecido. Esta circunstancia convierte a Ignacio, estudiante de derecho y escritor, en un militante que lucha con las herramientas jurídicas por los derechos humanos. A través de los años, interpone recursos de habeas corpus en los tribunales y acciones jurídicas contra el punto final, la obediencia debida y los indultos.

Mientras tanto, Ibáñez asciende en su carrera judicial, a excepción de la época de Alfonsín, llega a Camarista con Menem y en el 2006 integra la Cámara de Casación, donde demora excusándose y declarándose incompetente en las causas que se siguen en contra de los militares desde que se produce la nulidad y la inconstitucionalidad de los indultos.

Por sus juzgados, desde 1976 en adelante, pasan personajes como Nicolás Murúa, un solterón, con cargo de secretario, quien a pesar de que se compadece de las Madres, ve terroristas por todos lados; Gustavo Rivero, un estudiante de derecho y teatro, complaciente con sus superiores,  delata a Ignacio al verlo tipear el habeas corpus.

El relato de los hechos históricos es quebrado por las memorias de Ignacio, no exentas de alegorías, sueños, crónicas y cartas. Se remonta a su infancia y adolescencia, la relación con su abuelo italiano, admirador de Palacios, su padre antiperonista, su madre católica practicante, y María Cecilia, su mujer. Recuerda la época de la dictadura, donde hay voces corales de desaparecidos y de niños nacidos en cautiverio. También se relatan las crisis de Ignacio con María Cecilia y el arrepentimiento por haber trabajado como empleado en el inicio de la dictadura.

Los últimos capítulos lo encuentran a Ignacio Guidi en su lucha jurídica que pasa por la nulidad de los indultos por parte de la Corte Suprema, y a Ibáñez renunciando a la Cámara de  Casación para evitar el juicio político durante la época de los Kirchner. También hay una mención a las prisiones domiciliarias de los represores y el 2 x 1 dictada por la Corte Suprema durante la presidencia de Macri donde Ignacio sigue luchando en los tribunales en busca de la verdad, memoria y justicia.