La cenicienta que no quería comer perdices

Volver a pensar las claves de nuestra cultura, los mandatos ocultos en relatos que porque parecían inocentes eran más peligrosos, los mensajes que nos dibujaron como somos, y desarmarlos cuidadosamente hasta desterrarlos, es un esfuerzo maravilloso al que aporta este cuento.

Volver a pensar las claves de nuestra cultura, los mandatos ocultos en relatos que porque parecían inocentes eran más peligrosos, los mensajes que nos dibujaron como somos, y desarmarlos cuidadosamente hasta desterrarlos, es un esfuerzo maravilloso al que aporta este cuento.

Novedades en Editoriales Libro%

La vida, la novela y el amor

La novela es un amor a primera vista entre algo que nos llamó la atención hace dos...

Tiempo de hablar y escuchar

La palabra nace antes que nosotros. Nos antecede y nos acompaña, pero no basta con...

Una película es todo el cine

Los amantes, dice John Berger, plantean una tregua frente al dolor del mundo....

Raúl

Abrir la puerta para salir a jugar. ¿Se acuerdan de cuando éramos chicos? Hacerse...