buraiha
El signo de los tiempos
En el hambre de la posguerra un grupo de personas consigue un animal para comer, pero nadie sabe cómo matarlo y qué hacer después. La gente dice que Osaka no tiene muchos árboles, pero Odasaku los ve, siente el viento que corre entre sus ramas. Lo imprevisible de las relaciones humanas, esos ligeros giros que las dibujan. La belleza de cada una de estas situaciones. La belleza inseparable de su otro lado, el triste. Las historias de Oda son de una tristeza tan profunda que no necesita ser dicha.
- Lee más sobre El signo de los tiempos
- Inicie sesión o registrese para enviar comentarios
Novedades en Editoriales Libro%
Motivos
Motivos es el único libro en prosa de José María Eguren. Es una recopilación...
Cuadernos de Vorónezh
Este libro es un milagro, y también el último escrito por Ósip Mandelstam, uno de los...
Nomadismo por mi país
Nomadismo por mi país es el diario de los talleres de poesía de Cecilia Pavón...
Presentación de Rodolfo Fogwill. Una monografía
Presentación de Rodolfo Fogwill. Una monografía es un enorme trabajo crítico...