Novela gráfica escrita y dibujada por la talentosa Luisina Módica.

Incluye también cuatro historietas unitarias: Trending topic, Vanja, Fix Match y Los pensamientos que nos unen.

De niño, Federico encontró la foto de una gran casona donde su abuela vivió los mejores veranos de su infancia. Los relatos de ella perduraron en su mente hasta que, ya más grande, decide emprender un viaje desde Buenos Aires hasta Bibiana, un pueblo de los Pirineos italianos, con la esperanza de encontrar la antigua Palazzina, sin saber su ubicación exacta.

Es una novela gráfica escrita por Diego Agrimabau y dibujada por Tomás Aira.

Es el tercer título de la colección de autor TROUZ.

Zina, Lucila y Juan son pacientes de la Dra. Capri. Acaban de salir de la clínica psiquiátrica en la que estaban internados para iniciar su readaptación supervisada. Es momento de que vuelvan a representar sus papeles, sus roles dentro de la sociedad. Tienen que ocupar su lugar en el escenario.  Pero Enrique tiene algo para decirles, verdades insoportables que pueden destruir sus realidades tan frágiles.

Escrito por Néstor Barron y dibujado por Sergio Ibáñez.

Dago es un personaje creado por Robin Wood y Alberto Salinas. Tiene más de 40 años de historia.

YONKY EL ZOMBI - SUPERESTRELLA
Marko Torres

¡El Zombi ha vuelto!

En toda la faz de la tierra no hay nadie que sea tan feliz de vivir en una casa al lado del cementerio como Yonky el Zombi y su amigo Lalo Bellaco.

Cuando el dueño de la casa, el fantasma Hector Plasma, les exige que paguen los catorce meses de alquiler atrasado, no les queda otra salida que emprender una nueva aventura trabajando en una pelicula de zombis.

80 páginas - Formato: 20 x 14 cm.
A todo color

Toda obra literaria refracta el espectro mental y material de quien escribe, pero ¿de qué está hecho ese espectro? Este ensayo de Amina Cain se interna en la materia que componen juntas vida y escritura: ciertas intuiciones, imágenes, superposiciones; los ecos de otras lecturas; las reverberaciones de ideas, recuerdos, deseos.

Todos los días, desde hace casi un año, la doctora Haesu Im redacta cartas que no logra concluir, las destroza y las desecha en algún cesto del parque. Las palabras, según constata cada día, no son suficientes: no explican ni invitan a dar explicaciones, no pueden resolver el aislamiento al que la mujer ha quedado confinada luego de un penoso incidente del que poco a poco vamos teniendo noticias.

Hay comienzos en la literatura que contienen en pocas palabras todo el conflicto de una obra y su grandeza. Así empieza Los galgos, los galgos: «De mi padre heredé una casa, la mitad de un campo y algo de dinero. Lloré mucho esa muerte, pero no puedo decir que la herencia me tomara de sorpresa. Sentados en la luz del amanecer, hacia el fin del velorio, se me ocurrió decir a mi hermano que le cambiaba mi casa por su parte de campo y, como aceptó en seguida y tuve que firmar una cantidad de papeles, comprendí que había hecho mal negocio».