Amistad

Demetrio Latov no entiende por qué sus padres solo le permiten deambular por los terrenos de la casa, en donde pasea con su lobo Rouch y conversa con sus familiares enterrados en el jardín. No tiene la oportunidad de hacer amigos.
Pero llega el momento en que logra salir, para intentar por fin, ser parte del mundo.

Las moscas invaden el barrio de Lolo, Martu, Sofi y Mati, molestando a todos los vecinos. Salvo a Lolo que, como siempre, cualquier bicho le parece mucho más interesante que la aburridísima clase de inglés. ¡Ya tiene la excusa perfecta para empezar a inventar!
Por suerte, para los grandes problemas, los Megainventores tienen grandes soluciones, aunque a veces sean increíblemente disparatadas.

Por mucho que Martu, Mati, Sofi y Lolo alienten al equipo de Plumerillos, no pueden evitar que, una y otra vez, la lluvia les arruine la final. 
Pero Martu cree en la ciencia ¡y no va a parar hasta encontrar una solución!

Por suerte, para los grandes problemas, los Megainventores tienen grandes ideas. Aunque a veces sean increíblemente disparatadas. 
Una historia llena de inventos, humor y amistad.

Existe un gran secreto que Demetrio Latov no puede contarle a ninguno de sus amigos. Además, un viaje a Sierra Alta le revelará que todavía hay mucho de su historia que él tampoco conoce y que, para proteger a la gente que quiere, deberá descubrir por su cuenta.
Pero, al mismo tiempo, tendrá que evitar transformarse en algo que lo alejaría para siempre del mundo del que siempre quiso ser parte.
 

El mundo es un lugar extraño y peligroso, habitado por hombres con nariz de cerdo, bebés que flotan y gente con piel de mariposas. Desde que fue adoptada, a Lola no se le permitió salir de su casa, ni siquiera para aprender a leer y escribir. ¿Qué secretos esconde su madre? Decidida a descubrir la verdad, Lola se lanza a una aventura fuera de las paredes que la han retenido. En la parte escrita del mundo, las respuestas a sus preguntas y el verdadero poder de las palabras la esperan.

A Lara nunca le pesó tanto el silencio y la mirada perdida de su abuela como ahora, que debe cuidarla por unos días. La que tampoco habla mucho es Maureen, la hija de la médica haitiana que acaba de mudarse al pueblo, aunque eso solo aumente el deseo de Lara por conocerla mejor. Pero cuando su abuela y Maureen empiezan a intercambiar palabras en francés, Lara es testigo de que todo silencio encierra una historia. Y también de que abrir una historia puede devolverte la voz.

Sara consiguió el cetro mágico de Pachacutec y no pierde la oportunidad para hacer uso del poder de las piedras mientras grita su nombre de hechicera. Incluso cuando recorre la antigua capital del imperio inca junto a su papá y un viejo amigo. Sin embargo, las piedras tampoco se quedarán calladas: Sara tendrá la misión de encontrar Paititi, una ciudad mítica perdida en la selva alta del Perú. El pasado y el presente se encuentran entre montañas, bestias andinas, saqueadores, más tesoros y un secreto que se viene protegiendo desde hace más de 500 años.

Un grupo de amigos juegan a buscar tesoros y encuentran un pájaro. Un pájaro en el suelo. De ese encuentro florecen preguntas, dudas y conversaciones.
Y también un árbol pájaro.
Porque aun al final de un vuelo, la vida nos sorprende con nuevos brotes. 

Hugo pasea por la ciudad en silencio y con la panza vacía. Está muy serio e imagina comida en todo lo que lo rodea. Hasta que un nuevo amigo, lo ayuda a olvidarse por un ratito del hambre. Una historia para ponerse en el lugar del otro y reflexionar sobre diferentes realidades.

Es una noche fría, lluviosa. Las calles de Tandil están
desiertas. Mariano vuelve a su casa pensando en que
debe contarles una noticia difícil a Tony y Fernando, sus
amigos de toda la vida, pero cuando están los tres en
línea, se frena y no dice nada.