relatos

En Dylan Thomas se anuda de manera indisoluble la vida de un hombre y la potencia de una obra. Y de esta singularidad –marca ineludible del destino del verdadero artista–, brota la mitología que hace de la persona, un personaje: el genio precoz que impacta por igual a críticos y colegas, el performer que revive el arte de recitar en público, el hombre de excesos que muere en un hotel de York tras 18 whiskies. Pero Dylan Thomas fue también un artista consciente de su búsqueda.

Una infancia en guerra, asediada por la precariedad y la pobreza. La incertidumbre es una constante. Contra esos recuerdos y las trampas de la memoria bregan estas historias en las que se trenzan, con maestría, la voz narrativa de la niña que habitó esa infancia en el dialecto del Véneto; y la mujer que hoy, como autora, recuerda esas vivencias en un castellano que llegó como augurio de paz y esperanza.

“Al pie del sillón” es el más reciente libro de cuentos de Pablo Bigliardi. La obra transita por la vida del autor, con tinte autobiográfico, y paralelamente es atravesada por la crisis económica del año 2001 en Argentina. Todos los relatos están situados en la peluquería de Pablo, desde donde escribe, y además narran divertidas historias de personajes que la frecuentan.

Coautoría anarmónica, a punto del cadáver exquisito, de Sandra Gasparini y Hernán Bergara. Los relatos de Inzombio mantienen a su vez una coherencia de último momento. Quienes lean este libro deberán confiarse a narradores en tránsito, que operan fuera de lugar y que se presentan indistintamente como femeninos y masculinos.

El fútbol, a esta altura de la historia, se ha convertido en algo tan grande que alcanza prácticamente a toda la humanidad. Incluso los amantes de otros deportes y quienes no gustan de este noble juego están influenciados por él.

Por centenares de razones, el fútbol es fascinante. Es que se parece tanto a la vida que no nos pueden resultar indiferentes todos sus aspectos: la verdad, la mentira, los merecimientos, la injusticia, el coraje, la cobardía, lo hermoso y lo que no lo es, el deseo, las ilusiones, el éxito, el fracaso, los momentos compartidos.

¿Y si lo que sentís es compartido por los que te rodean? Durante nuestra vida, nos encontramos tan lejos de lo que sentimos y pensamos en esta sociedad que avanza por dos que no podemos darnos un momento para sanar nuestros malestares. Quizás los relatos compartidos por este escritor te permitan dar pasos acelerados dentro de tu laberinto.

¿Alguna vez te has mirado en el espejo y te has preguntado qué verían otros en tu reflejo? Los espejos, los reflejos y el revés reúne relatos que exploran esas preguntas que todos llevamos dentro. Con su habilidad para crear tensión y mantenernos en vilo, Miguel Ángel Russo Lovera nos lleva a un mundo donde lo cotidiano se convierte en misterio, y cada historia sorprende con giros inesperados. Estos cuentos, llenos de suspenso y finales que invitan a reflexionar, están hechos para quienes buscan una lectura atrapante y reveladora. Perfecto para disfrutar y compartir.

Soles de otoño es una colección de relatos que explora los matices de la vida cotidiana y las emociones humanas desde una perspectiva profunda y conmovedora. Cada historia presenta personajes que enfrentan miedos, nostalgias, alegrías y dilemas, situándolos en escenarios aparentemente simples que esconden reflexiones sobre la existencia, el amor, la soledad y la búsqueda de sentido.

Se sienta sobre el pasto húmedo, no trajo ni una lona, pero no le importa. Mira ahora a las gaviotas que se acercan a la orilla, arriesgan unos pasos y se alejan nuevamente. Paula las observa mientras juega con una ramita, escribe su nombre en la tierra, "Paula". Lo subraya, lo deletrea, P-A-U-L-A.

Lo separa en sílabas, PAU-LA.

Se detiene en cada una de las letras, las reafirma, juega a inventar palabras con cada una. Puf… Ahhh… Uuh… Se ríe.

Levanta la vista, respira, sonríe embelesada con el silencio.

Con un estilo poético, renovado a medida que avanza la narración, haremos un viaje subjetivo al interior de Argentina y de países cercanos, viendo con ojos curiosos la manifestación transformadora de la belleza y la sutileza de la realidad cotidiana.

¿Sería probable que hemos participado de milagros y, con una mirada retrospectiva, recién percibir la magnitud de lo sucedido?