La comida simboliza amor, protección, sustento, placer, salud. Nos recuerda la pertenencia a una especie, la humana, y la interdependencia que tenemos con los reinos mineral, vegetal y animal. Detenernos a pensar en aquello que comemos es un acto de conocimiento, valoración y elección consciente de acuerdo a nuestros principios, a quiénes somos, a qué queremos lograr. La forma de relacionarnos con los alimentos nos acerca a una verdad más profunda. Ser conscientes de ella nos hace más libres y nos conecta con la naturaleza, sus estaciones y sus ciclos. El enfoque de este libro es original.

Los fermentos en mi cocina hablan, se expresan y danzan, puedo escuchar sus burbujas y cómo se comunican conmigo. Tengo una huerta en frascos, botellas y damajuanas con brotes, kombucha, kéfir y chucrut de varios colores. Fermentar es muy sencillo, no es necesario ser un experto en el tema, ni tener un laboratorio montado, solo crear ciertas condiciones de equilibrio y cultivar la paciencia. No se necesitan muchos materiales, no hay recetas complejas ni ingredientes extraños. De hecho, la fermentación es intuitiva, nunca un fermento podrá ser igual a otro.

Bienvenida a este manual para renovar tu casa con ideas prácticas y al alcance de todas! Mi intención es que desde las primeras páginas, apenas empieces a leer, algo en vos se active, te movilice y te convenza de que tener el hogar que siempre soñaste es posible. Si alquilás, si te mudaste hace poco a tu primer departamento, si ya pasó una década en el mismo sitio, si se agrandó la familia o empezaste a trabajar en tu casa, en este libro vas a encontrar inspiración y muchísimos consejos para convertir tu espacio en tu lugar en el mundo y, lo más importante, sin gastar una fortuna.

Ilustrado por Pepita Sandwich.

“Necesitaba tanto estar enferma como que me lo confirmaran. No hay consuelo en unos ojos cerrados. Tuve ganas de levantarme del sofá y darle un abrazo al Dr. Magnus, pero no conocía a aquel hombre, solo me dio un papel: Venlafaxina (Vandral Retard) y que me cuidaran. Lo tuvo que dictaminar él: que me hicieran caso urgente y que estuvieran pendientes. Llevaba un sello en mi mano. Me puso muy contenta disponer de esa autoridad: soy débil, muy débil, enclenque, escuchimizada, inconsistente, fragilísima. Hasta me entró la risa y el Dr. Magnus me miró con desconfianza.