Inolvidables como las buenas canciones, los doce cuentos que integran el debut literario de Santiago Featherston tienen el raro don de establecer una inmediata y feliz complicidad con el lector.

El libro toma como base un interesante recurso didáctico, las efemérides, para promover el trabajo por proyectos y transformar los momentos institucionales en oportunidades únicas de crecimiento personal y académico. 

Así, el autor ofrece un abanico de propuestas pedagógicas para todos los niveles educativos, que atraviesan distintas áreas y contenidos, e incluye efemérides tanto del calendario escolar anual como otras de gran importancia para fortalecer nuestra nacionalidad, costumbres y tradiciones.

Aunque muchas veces nos lamentemos por estar solos, la realidad es que nunca lo estamos. Venimos en grupos de almas que se encuentran una y otra vez para aprender: ese amigo que en otra vida fue tan importante es hoy mi hermano mellizo; esa madre difícil en otra vida fue mi enemiga… No estamos conscientes de eso todo el tiempo y preferimos, mejor, confinarlo al terreno de la ficción.

A partir de un recorrido desde la prehistoria hasta nuestra actual convivencia, este libro nos invita a reflexionar lo que conocemos acerca de la humanidad y el desarrollo de nuestras conductas. ¿Sabían, por ejemplo, que en los primeros humanos existían conductas claves como la cooperación, el altruismo o la compasión y el cuidado, que les permitieron sobrevivir y convertirse en la especie que habita y domina todos los rincones del planeta?

El mar interior comienza con una bicicleta chocando contra un tranvía. El ciclista es Milton, un joven periodista argentino. «Con una buena indemnización, desempleado, una profesión en vías de extinción y un pasaporte europeo», Milton acaba de instalarse en Ámsterdam con su pareja, una música becada en un prestigioso conservatorio.